ACV en jóvenes: una emergencia silenciosa que crece en República Dominicana

Por Ezequiel Nova 

En los últimos años, los accidentes cerebrovasculares (ACV) han dejado de ser un problema exclusivo de adultos mayores. En República Dominicana, cada vez más jóvenes entre 20 y 45 años están sufriendo eventos cerebrovasculares que cambian su vida de forma abrupta, en muchos casos sin previo aviso. Lo que antes era considerado un riesgo propio de la vejez, hoy se manifiesta en población productiva, activa y, en apariencia, saludable.

Un fenómeno en aumento

Médicos dominicanos especialistas en neurología coinciden en que los casos de ACV en jóvenes han ido incrementándose. Aunque muchos pacientes llegan a emergencia sin reconocer los signos de alarma, los especialistas subrayan que las causas están estrechamente vinculadas a hábitos de vida actuales, condiciones médicas sin diagnosticar y factores sociales propios de esta generación.

Causas: la combinación que está detonando ACV en jóvenes

Los jóvenes dominicanos de hoy están expuestos a una mezcla de factores que aumentan notablemente el riesgo:

1. Hipertensión arterial no diagnosticada

La principal causa en adultos también lo es en jóvenes, pero con una diferencia alarmante: muchos no saben que son hipertensos. El ritmo acelerado de vida y la falta de chequeos médicos periódicos hacen que la condición evolucione en silencio.

2. Estrés crónico y agotamiento laboral

El estrés prolongado, especialmente entre jóvenes profesionales y estudiantes universitarios, está elevando la presión arterial y generando comportamientos de riesgo como mala alimentación, consumo de alcohol y poca actividad física.

3. Tabaquismo y vapeo

El cigarrillo tradicional y los dispositivos electrónicos (vapeo) están dañando las arterias y aumentando la probabilidad de coágulos. Especialistas advierten que el vapeo, popular entre adolescentes y jóvenes, no es tan inofensivo como se promociona.

4. Consumo de drogas

Sustancias como cocaína, anfetaminas y algunas drogas sintéticas incrementan drásticamente el riesgo de ACV al provocar picos súbitos de presión arterial, vasoconstricción y arritmias.

5. Anticonceptivos hormonales sin supervisión

En mujeres jóvenes, el uso de anticonceptivos combinados —especialmente si fuman o tienen migrañas con aura— aumenta significativamente el riesgo de un accidente cerebrovascular.

6. Enfermedades cardíacas ocultas

Problemas congénitos como foramen oval permeable, arritmias y cardiomiopatías pueden pasar inadvertidos y facilitar que pequeños coágulos lleguen al cerebro.

7. Obesidad y sedentarismo

El aumento de sobrepeso en jóvenes dominicanos, impulsado por dietas altas en grasas y comida rápida, se ha convertido en un factor determinante.

Consecuencias: vidas jóvenes marcadas para siempre

Un ACV a temprana edad no solo compromete la salud inmediata, sino que puede transformar radicalmente el futuro del paciente.

Parálisis y problemas de movilidad

La debilidad o pérdida total de movimiento en un lado del cuerpo puede requerir meses o años de rehabilitación.

Dificultades para hablar o comprender

El daño en áreas del lenguaje provoca afasia, lo que afecta la comunicación, la vida laboral y la autoestima.

Trastornos cognitivos

Memoria, atención y capacidad de concentración pueden verse comprometidas, afectando el rendimiento académico o profesional.

Impacto emocional y psicológico

Ansiedad, depresión y miedo constante a un segundo evento son comunes, especialmente en jóvenes que no esperaban enfrentar una condición incapacitante.

Consecuencias económicas

Al producirse en edad laboral, los ACV en jóvenes generan gastos en tratamientos, terapias, medicamentos y pérdida temporal o permanente del empleo.

Signos de alarma: el tiempo es vida

Los especialistas insisten en la regla FAST:

F (Face): cara caída

A (Arms): debilidad en un brazo

S (Speech): dificultad para hablar

T (Time): actuar rápido y llamar a emergencias

Cada minuto de retraso implica muerte de células cerebrales.

¿Se pueden prevenir? Sí, en la mayoría de los casos

Los neurólogos dominicanos aseguran que más del 80 % de los ACV en jóvenes podrían evitarse con acciones simples:

Control de la presión arterial

Chequeos médicos regulares

Ejercicio físico frecuente

Reducción del consumo de alcohol

Evitar cigarrillos y vapeo

Alimentación saludable

Manejo del estrés

Supervisión médica en el uso de anticonceptivos

Un llamado urgente

El aumento de ACV en jóvenes en República Dominicana es un problema de salud pública que exige mayor educación preventiva, acceso rápido a atención neurológica y campañas enfocadas en la población menor de 45 años. La idea de que “los ACV son para viejos” debe quedar atrás: hoy afectan a quienes están en plena construcción de su futuro.


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