Descubra cómo la lengua de suegra puede beneficiar a compañeras estratégicas en el jardín. ¿Sabías que algunas plantas pueden mejorar su crecimiento, protegerla de plagas y enriquecer su suelo?
La lengua de suegra, también conocida como sansevieria o espada de San Jorge, es una planta perenne que pertenece a la familia Asparagaceae. Se caracteriza por sus hojas rígidas, alargadas y de forma vertical, que pueden variar en tonalidades de verde, con bordes más claros. Esta planta es originaria de África Occidental y ha sido ampliamente cultivada en todo el mundo debido a su resistencia a condiciones de poca luz y su capacidad para adaptarse a diversas temperaturas.
Alejandro López, consultor en jardinería del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, destaca que la lengua de suegra es una planta sumamente adaptable. “A pesar de su preferencia por ambientes cálidos y soleados, también se adapta a lugares con luz moderada o baja, lo que la convierte en una opción ideal para espacios interiores” dijo en una entrevista .
En el contexto de la asociación de cultivos, la lengua de suegra puede combinarse con diversas plantas, dependiendo de los objetivos del cultivador, ya sea mejorar la salud del suelo, atraer polinizadores, controlar plagas o crear un entorno más estéticamente agradable. López comparte algunas recomendaciones sobre con qué plantas es posible asociar la lengua de suegra para obtener beneficios mutuos.
Plantas de bajo consumo de agua: “La lengua de suegra es una planta que no requiere grandes cantidades de agua, lo que la hace adecuada para asociarse con especies que también tienen bajos requerimientos hídricos”, explica el experto. Algunas de las plantas que mejor se adaptan a esta asociación son: Suculentas: Como el aloe vera o las echeverias, son plantas que, al igual que la lengua de suegra, tienen necesidades hídricas mínimas. Estas plantas pueden prosperar en el mismo tipo de suelo bien drenado y soportar condiciones similares de luz. Cactus: Al igual que las suculentas, son plantas que toleran la sequía y las altas temperaturas, lo que las hace adecuadas para crecer junto a la lengua de suegra.
Plantas que ayudan a repeler plagas: Algunos cultivos pueden beneficiar a la lengua de suegra al ayudar a mantener alejadas ciertas plagas. López menciona que una buena combinación es asociar la lengua de suegra con plantas que tienen propiedades repelentes naturales, como: Romero (Rosmarinus officinalis): Es conocido por sus propiedades para repeler insectos, especialmente mosquitos y algunos tipos de plagas que pueden afectar a otras plantas. Su aroma también puede disuadir a plagas como los pulgones. Lavanda (Lavandula angustifolia): Es otra planta que tiene un efecto similar. Al sembrar lavanda cerca de la lengua de suegra, no solo se repelen plagas, sino que también se crea un ambiente agradable y aromático.
Plantas que proporcionan sombra o soporte: Si la lengua de suegra se cultiva en un lugar donde la luz solar directa es excesiva, puede ser conveniente asociarla con plantas que proporcionen sombra, sin afectar demasiado su acceso a la luz. El experto señala que las plantas de follaje más grande pueden ser ideales para ofrecer protección sin bloquear la luz completamente. Entre las plantas recomendadas están: Helechos (familia Polypodiaceae): Tienen hojas grandes y densas que pueden proporcionar sombra en zonas donde la lengua de suegra necesita protección contra la luz solar intensa. Hostas (género Hosta): Estas plantas también tienen hojas grandes y pueden proporcionar una sombra parcial que protege a la lengua de suegra sin quitarle la luz necesaria para su desarrollo.
¿Cómo sembrar la lengua de suegra?
La lengua de suegra es una planta fácil de cultivar, pero para garantizar su crecimiento óptimo es necesario seguir algunos pasos clave en su siembra y cuidado. López presenta una guía paso a paso para sembrar correctamente esta planta:
Seleccionar el lugar adecuado: “La lengua de suegra prefiere lugares con buena luz, aunque no necesariamente sol directo”, comenta el experto. Es importante asegurarse de que la planta reciba suficiente luz para que sus hojas crezcan fuertes, pero sin exponerla directamente a los rayos solares más intensos, especialmente en las horas del mediodía.
Preparar el sustrato: La lengua de suegra requiere un suelo bien drenado. Un sustrato ideal es aquel que permite el paso rápido del agua para evitar el encharcamiento, ya que el exceso de humedad puede pudrir sus raíces. “Una mezcla de tierra para cactus o suculentas es adecuada, aunque también se puede añadir arena o perlita para mejorar el drenaje”, agrega López.
Realizar la siembra: Si se siembra en maceta, asegúrese de que el recipiente tenga agujeros de drenaje para evitar que el agua se acumule. Coloque una capa de grava en el fondo para mejorar aún más el drenaje. Después, plante la lengua de suegra en el centro de la maceta, asegurándose de que las raíces no se queden aplastadas y que la planta se mantenga erguida.
Riego moderado: A la lengua de suegra no le gusta el exceso de agua. Durante la temporada de crecimiento, riegue solo cuando el sustrato esté seco al tacto. En invierno, puede reducirse aún más el riego.
Temperatura y ambiente: La lengua de suegra prospera en temperaturas cálidas, entre 18°C y 30°C. Aunque tolera algunos cambios de temperatura, es sensible a las heladas, por lo que debe protegerse de las bajas temperaturas.
Fertilización: Durante la temporada de crecimiento, fertilice la planta una vez al mes con un fertilizante balanceado para suculentas. Evite fertilizar en invierno, cuando la planta está en su período de descanso.
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