Por Ezequiel Nova
Celia Cruz no solo fue una artista; fue una fuerza de la naturaleza. Su voz potente, su alegría contagiosa y su autenticidad marcaron para siempre la historia de la música latina. Desde sus primeros éxitos en Cuba hasta su consagración internacional, la “Guarachera de Cuba” sigue siendo símbolo de sabor, fuerza y orgullo latino.
A continuación, presentamos un recorrido por las cinco canciones más emblemáticas de su incomparable trayectoria:
1. “La Vida es un Carnaval” (1998)
Un canto a la esperanza que invita a ver la vida con alegría, sin importar las dificultades. Este himno, que ha traspasado generaciones, resume el mensaje más poderoso de Celia: siempre sonreír ante la adversidad.
Frase inmortal: “Ay, no hay que llorar, que la vida es un carnaval…”
2. “Quimbara” (1974)
Junto a Johnny Pacheco, Celia encendió los escenarios del mundo con este clásico de ritmo frenético y sabor inigualable. “Quimbara” representa el alma de la salsa pura y el poder femenino en un género dominado por hombres.
3. “La Negra Tiene Tumbao” (2001)
Con este tema, Celia rompió esquemas al fusionar salsa con sonidos urbanos, demostrando que su arte no tenía edad ni fronteras.
Dato curioso: Fue uno de sus últimos éxitos y ganó múltiples reconocimientos internacionales.
4. “Bemba Colorá” (1966)
Una joya que celebra la identidad afrocaribeña con ritmo, orgullo y picardía. Su poderosa interpretación hizo de este tema un clásico eterno en los salones de baile de toda América Latina.
5. “Ríe y Llora” (2003)
Lanzada poco antes de su partida, esta canción es un mensaje de despedida lleno de sabiduría y alegría. Celia, fiel a su esencia, nos dejó una lección final: vivir, reír y disfrutar cada momento.
El Legado de una Reina
Celia Cruz trascendió fronteras, idiomas y épocas. Su voz aún resuena en cada fiesta, en cada emisora y en cada corazón que grita con emoción su palabra más dulce y poderosa: “¡Azúcar!”
Crónicas Con Nova celebra su legado y su contribución inmortal a la cultura latina.

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